Cuando, en 2010, se publicaron los cuadernos del Diario de guerra de Ernst Jünger en lengua alemana, se trató de un verdadero acontecimiento: no sólo porque habían quedado inéditos tras la muerte del autor, dados a conocer en forma parcial, sino porque además puede accederse a un material que será central cuando el año próximo se cumplan los cien años del inicio de la Primera Guerra Mundial. Recientemente publicados en castellano, se revelan como una obra de extraordinario valor testimonial y también literario, ya que fueron la base de Tempestades de acero, una de las grandes novelas de guerra junto a Sin novedad en el frente, de Erich Maria Remarque.
Cuando, en 2010, se publicaron los cuadernos del Diario de guerra de Ernst Jünger en lengua alemana, se trató de un verdadero acontecimiento: no sólo porque habían quedado inéditos tras la muerte del autor, dados a conocer en forma parcial, sino porque además puede accederse a un material que será central cuando el año próximo se cumplan los cien años del inicio de la Primera Guerra Mundial. Recientemente publicados en castellano, se revelan como una obra de extraordinario valor testimonial y también literario, ya que fueron la base de Tempestades de acero, una de las grandes novelas de guerra junto a Sin novedad en el frente, de Erich Maria Remarque.